Los dermatofitos son hongos multicelulares que se nutren de la queratina que se encuentra en la piel, pelos y uñas de nuestras mascotas, requiriendo de esos sustratos para sobrevivir.  Estos organismos suelen ser zoofílicos (se transmite del animal al humano), antropofílicos (se encuentran principalmente en los humanos y es rara la vez que son transmitidos a los animales) y geofílicos (se encuentran en el suelo y pueden infectar al humano y a los animales), dentro de los cuales destacan Microsporum canis, Microsporum gypseum y Trichophyton mentagrophytes, que son los dermatofitos que más comúnmente pueden afectar a los pequeños animales.

¿Cómo invaden el estrato córneo de las mascotas?

Por medio de las artrosporas o artroconidias (forma asexual, en donde las hifas, al fragmentarse, producen esporas infecciosas). Ahora bien, las posibles infecciones por dermatofitos llegan a producirse en pacientes con sistemas inmunológicos debilitados, en donde la barrera protectora que es la piel no es capaz de retener la infección.  Esto puede ocurrir en cachorros (perros, gatos) y en pacientes gerontes.  Suelen transmitirse por medio de un huésped sintomático o asintomático, a través de fómites y ambientes contaminados, descamación de la piel, roedores infectados, nidos, microtraumatismos causados por prurito, por donde puede ingresar el microorganismo, invadiendo toda la epidermis, pelos y uñas.

El mecanismo de acción de estos hongos de tipo fusiforme se basa, primeramente, en tener un entorno propicio para su crecimiento y desarrollo.  Las artroconidias se unen a los corneocitos a través de adhesinas, enzimas y proteasas que les permiten adherirse a las células de la epidermis.  Lo segundo es la germinación: las hifas jóvenes salen de las artroconidias e invaden al estrato córneo; de esa manera se van ramificando y nutriéndose de la queratina adyacente.

Los dermatofitos más comunes en medicina veterinaria, M. canis, M. gypseum y T. mentagrophytes, suelen reproducirse por medio de conidias (exosporas, que se desarrollan fuera de las hifas); estas a su vez van a tener diferentes formas y tamaños, a los que vamos a llamar macroconidias y microconidias, los cuales les permiten colonizar y adaptarse rápidamente a cualquier ambiente.

Desarrollándose en todo su esplendor, el hongo tiene preparado todo su entorno para poder crecer; en donde se van a generar una serie de procesos como cambios en el pH de la piel, de ácido a alcalino. Las enzimas y proteasas queratinolíticas van a permitir que el hongo se nutra de la queratina de la piel, por medio de la degradación de la misma, logrando obtener péptidos y aminoácidos del medio, rompiendo los enlaces de disulfuro, a través de un mecanismo denominado bomba de eflujo de sulfito.

Aunado a estos mecanismos de asentamientos, los hongos tienen la capacidad de inhibir al sistema inmunológico, disminuyendo la respuesta de ataque de neutrófilos, macrófagos, CD4, específicamente a los Th1 y enlenteciendo el recambio de los queratinocitos.

¿Cuáles son los signos clínicos, que con más frecuencia se pueden encontrar?

Los más frecuentes son: erupciones, eritema, prurito, querion, descamación, costras, alopecia, decoloración y deformación de las uñas, hiperpigmentación, pseudomicetomas y paroniquia exudativa.

¿Cómo se diagnostica?

A través de una anamnesis adecuada, evaluando toda la extensión de la piel, pelaje y uñas de los perros y gatos; recabando la información necesaria para poder aproximarse al diagnóstico.  Entre las pruebas complementarias que tienen mayor peso están: lámpara de Wood, citología de piel, tricograma, cinta adhesiva, raspado alrededor de la(s) zona(s) alopécica(s), en donde se puede tomar un pool de cada zona para el estudio per se.  Así mismo se puede hacer uso de cultivos micológicos y PCR.

Tratamiento

Consiste en administrar tratamientos sistémicos, combinándolos a su vez con productos tópicos, para acelerar el proceso de eliminación del hongo.  Uno de los productos tópicos más utilizados en el mercado veterinario es el champú con ketoconazol, que ha tenido excelentes resultados y resolución del problema.

Es por esto que recomendamos el champú Geniczime Antimicótico; empleándose de 2 a 3 baños por semana, dejando actuar el producto durante 10 a 15 minutos, ya que está comprobado que si se deja actuar menos tiempo, no provoca la destrucción de los hongos.  El tiempo de duración del tratamiento siempre va a depender de la gravedad y estado inmunológico del paciente.

¿Cuáles son los ingredientes de Geniczime Antimicótico?

Está formulado con ingredientes naturales como la lisozima, un potente enzibiótico, capaz de eliminar eficazmente bacterias y hongos.  Generando debilidad de las paredes celulares que los componen, rompiendo de esta manera las estructuras que los envuelven y provocándoles la apoptosis celular. A su vez, le confiere propiedades antiinflamatorias, antipruriginosas y regeneradoras de la piel.

El ketoconazol es otro de los ingredientes del producto, el cual es un derivado de los azoles; actúa uniéndose a la enzima 14-alfa-desmetilaza. Al llevarse a cabo este evento, no se efectúa la conversión de lanosterol en ergosterol, un componente esencial en las membranas celulares del hongo; esto promueve un aumento en la permeabilidad celular y provoca fugas del contenido celular.

Abrir chat
👋 Bienvenido/a a Agriquimvet.
¿Cómo podemos ayudarte?